Atiéndeme bien.

Tengo un secreto que contarte...

¿Sabías que gracias a tus síntomas estás buscando mi ayuda?

Este no es el secreto, ni ésto:
 
Tu ansiedad, tu migraña, tus miedos, tu malestar o lo que quiera que te suceda,

desde hace tiempo,

está molestándote para que le escuches. 

Me dirás...

¿Pero qué dices, María?

Así es. 

Tus síntomas son mensajeros de información importante para ti. 

Te llaman y te llaman, 
hasta desesperarte.

Sí, desesperarte.

Para que les escuches. 

Porque tienen algo que decirte.

Algo importnate sobre ti. 

Sobre cosas del pasado...

...que habías pensado que ya no tienen importancia porque no forman parte de tu presente

o porque con apartarte de ellas, todo está resuelto.


¿Y sabés qué?


Que no es así. 

Lo que está en tu interior sin resolver, sigue en tu interior sin resolver.

Y sigue haciendo mella, haciendo daño a escondidas.

Aunque le des la espalda.

Aunque no le hagas ni caso. 


Ahora viene el secreto: 

Yo sé cómo lograr que hables con tus síntomas, os entendáis, os escuchéis 

y te ayuden a salir adelante,

te ayuden a resolver de una vez por todas.

A sentirte libre y vivir. 

Vivir libre. 

Yo sé cómo lograrlo.

Llámame. 
Juntos lo conseguiremos. 
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